sábado, 3 de octubre de 2009

Como los hombres buenos y nobles, que escribían como se sueña:
para siempre volverlo a hacer, te escribía hasta hace poco,
aún en mi fantasía, de sentir tu presencia. De volverte a ver.

Me perdía como débil soy,
en la meláncolía del alcohol y del dolor,
mi poesía triste, mala me salía
y mi pasito inseguro,
preguntaba a cada ida
cada vuelta, cada permanencia.

Ahora, otro amor me alumbra,
pienso en el tiempo que perdido,
esperándote,
sabiendo, como canta Zitarrosa,
que si no volvías
es que nunca ibas a volver,

Sin odios ni resentimientos,
sin recelos del indicativo pluscuamperfecto,
como vos y mi maestra de primario
más de una vez dijeron que debía conocer,
tu recuerdo, como querías guardo.

Qué más debía hacer, terminemos esta comedia,
vos me abandonaste y yo lo entendí, me queda el recuerdo,
siempre nostálgico, pero amargo ya no más, mi negra.




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