sábado, 26 de diciembre de 2009

En desarme

Me invitaron y acepté,

por eso estoy peleando

del mejor modo que conozco.

Hoy mi salida no es abandono,

es esperanza de que todo

tome el cauce necesario.


Disculpenmé los viejos

compañeros de historia,

espero tenerlos a un lado

y que a su lado me tengan

cuando otras sean las cartas

que nos toque jugar.


Perdonenmé mis amiguitos

que me hice a lo largo de estos

dos añitos,

los más pequeños que poco

entienden de cosas de grandes,

pero que algo de la vida saben.


No sientan un abandono,

este es un abrazo que se prolonga,

nada más.


Perdonenmé los más grandes

que creyeron en mí y ahora,

no me verán por un tiempo.


Seguimos mateando,

y seguro seguiremos recordando

algunos momentos,

buenos y malos ratos,

mi visita próxima será

la más ingenua que haya realizado,

ojalá me reciban,

como en el tiempo pasado.


A mi vieja confidente,

y la actual ausente,

a ellas dos les digo,

es mejor no estar al lado mio,

que estarlo sin convencerse.

Me voy al desarme,

pero no entierro las armas,

entierrenlas ustedes

si así lo prefieren,

ahora es esto mi vida

y para esto vivo.


*

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